El sentido de protección lleva a muchos padres a silenciar todos aquellos problemas, deudas, enfermedades o asuntos que consideran que pueden causar sufrimiento a los hijos.
Muchos padres no hablan a sus hijos de la parte de su vida que no comparten con ellos o que no les atañe directamente. Pueden ser cuestiones laborales, sentimentales, enfermedades…
- “No son temas adecuados a su edad”
Hay temas que padres y madres no comentan con sus hijos convencidos de que no los comprenderán o porque consideran que no son adecuados para su educación o para las convicciones ideológicas y culturales que tratan de transmitirles.
- “Para no transmitirles inseguridad”
Hay padres que silencian sus miedos, preocupaciones o debilidades para no transmitir inseguridad y que no tienen el control absoluto de sus vidas.
A veces los padres callan algunas cuestiones porque temen que los hijos hablen de ello fuera de casa y quieren proteger su imagen o la de la familia.
- “Por temor a no ser un buen ejemplo”
Con frecuencia padres y madres callan cosas que consideran vergonzantes o sus fracasos por temor a no ser un buen ejemplo para sus hijos o para evitar que estos las utilicen para justificar sus propias malas conductas.
- "Para no crear mal ambiente”
Muchos silencios relacionados con los problemas de pareja o con conflictos familiares buscan eludir tensiones añadidas con los hijos.
- “Para no lastrar sus relaciones”
Hay padres y madres que se callan problemas familiares o conflictos con amigos para no influir en los posicionamientos de los hijos.
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